HOSPEDERÍA DE TURISMO EN HERRERA DEL DUQUE. BADAJOZ. 2010.
En colaboración con Carlos de Luxán.
Nuestras primeras ideas tuvieron que ver con el desaparecido convento franciscano de San Jerónimo, imaginando la vida austera que los monjes observantes llevarían allí. Comprendimos que si queríamos transmitir el espíritu del lugar, no sólo debíamos ofrecer descanso y naturaleza a los nuevos huéspedes, sino también un espacio para el aislamiento y la reflexión. De esta manera, y aprovechando las especiales características topográficas de la parcela, decidimos ofrecer dos tipos de habitaciones; las primeras más introvertidas y monacales, con patio, y las segundas mas extrovertidas, con vistas del paisaje y la fortaleza de Herrera del Duque. Así, hemos dotado a nuestra Hospedería de un perfil más humano, alejado de los impersonales hoteles de hoy en día, adaptándonos de un modo más flexible a las necesidades de cada usuario, y dándole la oportunidad de alojarse en un espacio acorde a su estado de ánimo.
Podría decirse que alojarse en nuestra Hospedería es como dar un paseo por el campo; en ocasiones presenta una vista panorámica, en otras se siente la ladera del castillo a la espalda y en otras sólo es posible verlo a través de una pequeña abertura. El paseo está jalonado por confortables espacios de estar, lugares interminables, sin límites claros, como algo que existe antes de ser definido, en algún lugar entre lo natural y lo hecho por el hombre.