FACULTAD DE CIENCIAS GASTRONÓMICAS Y CENTRO DE INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN EN CIENCIAS GASTRONÓMICAS. BASQUE CULINARY CENTER EN SAN SEBASTIÁN. GUIPÚZCOA. 2009.
Se trata de crear la estructura de un recinto-edificio que distinga entre [1] lo relativo al trabajo de la alta cocina y a la investigación gastronómica y [2] la relación social.
Una infraestructura cultural de carácter público basada en espacios de dimensiones importantes que generan un catálogo de conceptos. Cada uno de estos grandes espacios, traza un mapa de acontecimientos.
Apoyándonos en el nivel de acceso, se construye una gran plataforma que conecta con el acceso principal del edificio. Aquí aparece el lugar de acogida y el espacio más representativamente público del edificio. Esta planta crea el límite entre lo público y lo privado.
A medida que avanzamos el edificio va creciendo en longitud y profundidad desde lo más público hacia los espacios de trabajo y aprendizaje, más privados, mientras que hacia arriba el edificio sigue conservando su carácter más público con el restaurante y cafetería. Esto se traduce también en el volumen exterior. La piel está concebida como protagonista formal y visual. Formada por policarbonato translúcido y con un cambiante juego de colores, crea el motivo o referente visual del Basque Culinary Center. Es el resultado visible de una gran maquinaria de trabajo de producción de alta cocina. Como se presenta un plato ante el comensal, de estructura y cromatismo muy potente, así se presenta el edificio en su entorno. Texturas, sabores…el plato envuelve todos y cada uno de los sentidos de fuera a dentro. De dentro a fuera. De esta forma, además, la altura total del edificio se puede mantener en armonía con la edificación del entorno.
La envolvente exterior de policarbonato permite el paso de luz, manteniendo la privacidad al interior y controlando, a su vez, el excesivo reflejo y radiación solar. Mientras que de noche el objeto se convierte en un elemento luminoso.