REFORMA DE UN APARTAMENTO EN PEDREÑA. CANTABRIA. 2005.
El encargo consistía en la reforma integral de un apartamento de un dormitorio y un baño y su transformación en un apartamento de vacaciones con dos dormitorios y dos baños. La pieza de salón-comedor-cocina, un espacio único y diáfano se mantuvo en su distribución, manteniendo el muro de carga que lo dividía del dormitorio y el baño. Aprovechando al máximo el espacio, como si se tratara de un puzzle, se consiguió dotar al apartamento de un dormitorio principal con vestidor y baño y de un dormitorio individual también con su baño. La convivencia de la ducha y el lavabo en el vestidor del dormitorio principal y de la ducha con el dormitorio individual, hizo posible cumplir con el programa requerido por el cliente, apoyando dicha convivencia en el empleo de los materiales adecuados.
El espacio de salón-comedor-cocina contaba con una pequeña terraza orientada al norte y una ventana orientada al sur con vistas a la bahía de Santander y a los Picos de Europa. Con el fin de aprovechar la orientación sur, óptima en el lugar donde se encuentra la vivienda, y de optimizar esas vistas a la bahía y a los Picos, se rasgó el hueco de ventana hasta el suelo, obteniendo como resultado una pequeña terraza con una orientación y vistas óptimas. Un pequeño espacio donde tomar un café, desayunar o simplemente disfrutar del paisaje. Una operación clave en la actuación que dota a la vivienda de mayor luminosidad, soleamiento y vistas.
Se llevó a cabo también el amueblamiento de la vivienda, combinando mobiliario moderno con algunas piezas de mobiliario clásico con las que ya contaba el cliente. Se eligieron piezas de Ray & Charles Eames y Frank Gehry para el espacio del salón, así como la lámpara de Poulsen sobre la mesa de comedor o el Hang it all de los Eames para el espacio de vestidor. Algunas de las piezas de mobiliario también fueron diseñadas por el estudio (cocina, baños, vestidor y aparadores).