MUSEO TOMIHIRO DE SHI-GA. AZUMA. JAPÓN. 2001.
En colaboración con Pedro Herrero y Miguel Ángel Sánchez.
El museo se integra en el paisaje como una pieza de Land Art, dejando una huella en el territorio. Multiplicidad de itinerarios fusionan el parque con el museo. El paisaje del entorno puede experimentarse en todas direcciones recorriendo el perímetro a través de los “tension-net-bridges” o bien mediante los focos que se abren al Lago Kusakiko. En este parque-museo andar se convierte en una nueva y emocionante experiencia. El camino cohesiona el área visual y temáticamente. La actuación se realiza superponiendo los diferentes planos funcionales y de circulación. Los diferentes programas del museo son abiertos y flexibles e incorporan los recorridos del parque, equiparando de esta manera el espacio interior al espacio abierto. Se ha organizado la planta de tal manera que espacios diversos puedan ser conectados de formas diversas, dando singularidad a cada uno de ellos. Moverse por el museo significa moverse directamente de un espacio a otro.
Concurso internacional.
- FINALISTA.